jueves, 27 de octubre de 2011

 Se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla, como una simple palabra puede signicar tanto en nuestras vidas; desde cuando nos dejamos manejar por un par de garabatos escritos que solo trasmiten lo que queremos ver...
                                                                   Ayelen

miércoles, 26 de octubre de 2011

La Verdadera Felicidad.

Todos decimos que sabemos lo que es la felicidad, pero ¿En realidad lo sabemos?                                                                                        Por lo general asociamos a la felicidad con estar feliz. Podemos sentirnos alegres cuando tenemos algo que deseamos muchísimo, pero los bienes materiales no hacen a la felicidad.                                  
Tal vez creemos que la felicidad consta en tener todo lo que quiero al mismo tiempo, pero es mucho más complejo que eso.
Yo puedo desear algo con toda mi alma, pero cuando lo tengo esa emoción que experimente antes de tenerlo desaparece, es decir, que dura un corto plazo, pero luego se esfuma.                                                 
La felicidad no solo es algo que se busca, sino algo que pocos entienden. Son muchas las personas que pasan la vida buscándola, cuando quizá la tenga en frente y no lo noten. Por eso a veces no solo hay que mirar, sino ver. Pero ver las cosas en profundidad, más allá de lo exterior, encontrar esa luz que cada persona tiene, pero que pocas se animan a buscar. Todos sabemos que en el mundo no hay buenas y malas personas; todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros pero tenemos una cualidad muy importante, el poder. Tenemos poder, y no solo el que usamos para dominar algo, sino el poder de elegir que es lo mejor para nuestra vida. Nosotros podemos elegir que camino tomar, y eso es lo que nos diferencia, lo que nos forma, lo que somos.                                                                       
La felicidad es algo hermoso de la vida. Es algo que va más allá de lo material, y que apunta más a lo espiritual, y prospera día a día.      
La familia nos da felicidad, es el apoyo más incondicional que tenemos, porque sabremos que siempre nos amaran sin importar que pase, en cualquier tiempo de adversidad, pensamos en nuestra familia y sabemos que no estamos solos. Lo mismo pasa con los amigos, aunque no los veas, siempre están.                                     
Quizás la palabra felicidad se la confunda con “tenerlo todo”, y puede que se asocien de alguna manera. Porque el decir “Tengo todo lo que quiero…” va más allá del dinero o el poder. Yo puedo tener TODO, y ese todo son las personas que amo. No  necesariamente la felicidad sea algo que se encuentra fácil; y es que hay que trabajar duro para encontrarla. Pero más allá de eso, todos tenemos pequeños momentos de felicidad, sean con familiares o amigos. Y cuando hacemos un conteo de esos momentos, y hasta pensamos en los que nos falta por vivir, llegamos a una escala en donde consideramos todo esto, todo lo que tenemos. Y aunque no sean bienes materiales, son esas pequeñas situaciones, palabras y momentos que nos hacen llegar a la plenitud, y así alcanzar la felicidad, o estar cada vez más cerca de hacerlo.


                                    Ayelén Castro.
“Secretos de mala fuente”.
Me acuerdo que desde chica fui muy apega a los secretos, pero en lógica, guardarlos demuestra quienes somos en realidad, que clase de personas. Es fácil definirlo en dos, confiable o buchona, pero supongo que va más allá de eso; yo considero que los secretos son difíciles de guardar, pero tarde o temprano salen a luz, y ¿Qué hacemos?                                                
En ese caso cada uno sabrá, pero podemos fingir que así debía ser ¿No? Porque piensen una cosa, cuando nos confían un secreto es algo que supuestamente no se puede contar y sin embargo no los cuentan, además los secretos son personales y solo pasan a ser comentarios o chismes cuando lo contamos; y si nos confían un secreto… ¿Quién es chismosa después de todo? Además cuando nos preguntan algo y nosotras decimos: “No, no te puedo decir es un secreto”  pero entonces ya dijimos lo que era, y eso no tiene sentido, porque ni siquiera un secreto se revela como secreto, no debemos decir “Es un Secreto” porque todos ya van a saber lo que es, y después de decirlo la tentación de confesarlo se hace cada vez mayor ¿No creen?

                                        Ayelen

El bien y el mal. 
                                                                               
Son dos palabras que tenemos presentes todo el tiempo. A menudo no necesitamos nombrarla, porque la sentimos. Sentirlas esta bien, pero ¿podemos diferenciarlas? ¿Distinguirlas? Esa más que nada es una pregunta muy compleja. Todo el tiempo se nos presentas oportunidades, y quizás pensamos que aprovecharlas será lo mejor; pero hay veces en que no nos tomamos el tiempo necesario pera pensar que es lo correcto, o que debemos hacer. Y ¿Dónde encontramos esa respuesta?                 
Dicen que en el mundo no hay buenas y malas personas, porque todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros. Pero también tenemos una cualidad muy importante, y más que nada una virtud: El Poder.                  
Nosotros tenemos poder. Y no solo poder para influir sobre alguien, sino sobre nosotros mismos. Elegimos nuestro camino y tomamos nuestras propias decisiones, y eso es lo que somos en realidad; lo que nos destaca del resto, lo que nos hace únicos. El hombre decide sobre su vida, pero a menudo ignora todo lo que lo rodea, y se pierde; se confunde creyendo que lo más importante es estar alerta a hacer lo correcto. Pero es mucho más que eso. No podemos regirnos por normas, y solamente obedecerlas por miedo a equivocarnos. Y es tan grande el miedo al fracaso, a no hacer lo correcto, que nos obsesionamos con no fallar. Procuramos jamás caer. Pero la verdad es que no llega el que nunca cae, sino el que siempre se levanta.
                                              Ayelen

El Ying y el Yang

O dicho más explícitamente el bien y el mal. Notaron algo, el Ying es la parte blanca del círculo, pero en el medio tiene un punto negro, color que representa el Yang.                                                                       
 Supongo que a veces nos cuesta darnos cuenta de esto, pero solo debemos ver más allá de lo que nuestros ojos perciben. Somos solo partículas flotando en un inmenso mar, lo sabemos todo, y a la vez no sabemos nada. No vemos el mundo, solo vemos nuestra parte, solo lo que queremos ver,   nuestro propio universo para escapar de lo que se llama ¿”Realidad”? quizás allá gente que no lo vea tan intenso, pero pensemos algo ¿En cuántas partes nos podemos dividir? Todos dicen: “O es bueno o malo”  y ¿Por qué no los dos? No podemos dividirnos en dos, somos todo y tenemos todo; somos Ying y somos Yang, tenemos luz y oscuridad, nos consideramos buenos y malos. Sino quien explica que dentro del Ying haya Yang y dentro del Yang haya Ying. Pero a pesar de que el porcentaje de bondad sea mayor, siempre existirá un puntito negro de maldad dentro de el y así simultáneamente.                                                                                     Se preguntaran a donde quiero llegar, y es muy sencillo, solamente el decir: “Todos tenemos un poco de bueno y de malo dentro de nosotros”  aunque dicho así suena muy sermoneó, pero en realidad no importa que tengamos Ying o Yang, lo que importa es el camino que decidamos tomar, porque eso es lo que va a hacer la diferencia en verdad.
                                                       Ayelen

El Tiempo

Alejandro Magno antes de morir pidió que se le coincidieran tres deseos de funeral. Primero pidió que los mejores médicos llevaran su ataúd. Segundo pidió que sus joyas fueran esparcidas por el camino hacia el cementerio. Y por último pidió que cuando fueran llevado hacia el cementerio, sus brazos colgaran al costado de su cuerpo.                                                                                                                                     Luego de hacer estos pedidos, explico porque hizo cada uno de ellos. El primero fue para demostrar que ni los mejores médicos del mundo tienen remedio para tal terrible enfermedad: el tiempo. El segundo fue porque quiso evidenciar que toda la riqueza que tengamos hay que disfrutarla en vida, porque al morir no podemos llevarnos nuestros más valiosos tesoros, solo recuerdos de ellos. El tercero fue para mostrar que al mundo venimos con las manos vacías y con las manos vacías nos vamos.                                                                                   
 Alejandro puso en evidencia que en La vida podemos tener cualquier cosa, menos el poder para parar el tiempo. Es una cosa misteriosa que pasa por delante de nosotros  y no podemos pararlo.                          
 El tiempo corre y no podemos ganarle, pero si igualarlo, e ir a su par. No porque el tiempo sea corto tenemos que vivir todo ahora y adelantar las cosas por miedo a no llegar a realizarlas. Le tememos a lo que no veremos y a no tener suficiente tiempo.                                                                            
Pero acompañándolo, igualándolo y viviendo cada día como si mañana fuera el final, podemos disfrutar nuestro tiempo sin arrepentirnos de lo que hicimos en esta vida. Porque cada día después de este, es un regalo.



                                                        Alejandro Magno.  320. A.c

(:

No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu falta se sienta.
                                                                         BOB MARLEY

¿Por qué todos deberíamos ser como un perro?

*Cuando un ser querido llegue correríamos a saludarlo.                                   
* Dormiríamos la siesta después de comer.                                                     * No pondríamos excusas para salir a pasear.                                                        
* Jugaríamos sin parar y sin importarnos el tiempo.                                                                                                                               * Seríamos fieles  y compañeros.                                                                     * Bailaríamos cada vez que estuviéramos contentos.                                                
* Comeríamos sin importarnos que fuera lo que nos dan.                   
 * Viviríamos simple.                                                                            
* Disfrutaríamos cada día como si fuera el último.