miércoles, 15 de febrero de 2012

La paz y la felicidad deben venir de adentro.

Aquello que una persona llega a ser por fuera, es lo que desde un principio vivía en el corazón. Todos, al envejecer, nos convertimos en personas distintas, con esperanzass y sueños diferentes, distintos objetivos, otros recuerdos, otros sentimientos. Nadie puede decir que, como persona es cuanto pueda ser; si eso fuera cierto , habría dejado de crecer por dentro. En esta etapa de comienzos nuevos, no dejes de crecer, de soñar, ni de crear recuerdos. Aquello que te brinda paz dentro de ti mismo permitirá que los demás te vean como el ser especial que en verdad eres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario