miércoles, 26 de octubre de 2011

La Verdadera Felicidad.

Todos decimos que sabemos lo que es la felicidad, pero ¿En realidad lo sabemos?                                                                                        Por lo general asociamos a la felicidad con estar feliz. Podemos sentirnos alegres cuando tenemos algo que deseamos muchísimo, pero los bienes materiales no hacen a la felicidad.                                  
Tal vez creemos que la felicidad consta en tener todo lo que quiero al mismo tiempo, pero es mucho más complejo que eso.
Yo puedo desear algo con toda mi alma, pero cuando lo tengo esa emoción que experimente antes de tenerlo desaparece, es decir, que dura un corto plazo, pero luego se esfuma.                                                 
La felicidad no solo es algo que se busca, sino algo que pocos entienden. Son muchas las personas que pasan la vida buscándola, cuando quizá la tenga en frente y no lo noten. Por eso a veces no solo hay que mirar, sino ver. Pero ver las cosas en profundidad, más allá de lo exterior, encontrar esa luz que cada persona tiene, pero que pocas se animan a buscar. Todos sabemos que en el mundo no hay buenas y malas personas; todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros pero tenemos una cualidad muy importante, el poder. Tenemos poder, y no solo el que usamos para dominar algo, sino el poder de elegir que es lo mejor para nuestra vida. Nosotros podemos elegir que camino tomar, y eso es lo que nos diferencia, lo que nos forma, lo que somos.                                                                       
La felicidad es algo hermoso de la vida. Es algo que va más allá de lo material, y que apunta más a lo espiritual, y prospera día a día.      
La familia nos da felicidad, es el apoyo más incondicional que tenemos, porque sabremos que siempre nos amaran sin importar que pase, en cualquier tiempo de adversidad, pensamos en nuestra familia y sabemos que no estamos solos. Lo mismo pasa con los amigos, aunque no los veas, siempre están.                                     
Quizás la palabra felicidad se la confunda con “tenerlo todo”, y puede que se asocien de alguna manera. Porque el decir “Tengo todo lo que quiero…” va más allá del dinero o el poder. Yo puedo tener TODO, y ese todo son las personas que amo. No  necesariamente la felicidad sea algo que se encuentra fácil; y es que hay que trabajar duro para encontrarla. Pero más allá de eso, todos tenemos pequeños momentos de felicidad, sean con familiares o amigos. Y cuando hacemos un conteo de esos momentos, y hasta pensamos en los que nos falta por vivir, llegamos a una escala en donde consideramos todo esto, todo lo que tenemos. Y aunque no sean bienes materiales, son esas pequeñas situaciones, palabras y momentos que nos hacen llegar a la plenitud, y así alcanzar la felicidad, o estar cada vez más cerca de hacerlo.


                                    Ayelén Castro.

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